domingo, 6 de enero de 2013

Feliz Navidad


Buenos días, pequeña. Hoy es el día de Reyes y como siempre, me haces madrugar para abrir tus regalos.
Pero lo que no sabes, es que, yo tengo mucha más ilusión que tú por este día. No hay nada como ver cómo te diriges al árbol, que anteriormente decoramos todos juntos y, finalmente, te aupamos para que colocaras la estrella en su copa; admires cuántos regalos hay, cuáles son para ti y cuáles son para papá o mamá, y después, vayas uno por uno para abrirlos. Pero sin olvidarte de tu típico ritual: observas el regalo, lo coges, lo mueves para escuchar qué hay o qué puede ser y, por último, lo abres. Pero no con fuerza y con rapidez para quitar el papel rápido y ver qué regalo es. No. Lo haces lentamente, como si disfrutaras quitando cada trozo de celo, como si quisieras seguir manteniendo esa incógnita. Sí, tardas casi toda la mañana en abrirlos, y papá gasta una memoria entera de la cámara sólo para ti. Pero no hay nada en este mundo como verte abrir esos regalos que te han traído los Reyes Magos. Quién sabe qué te habrán traído este año... Quizá un nuevo vestido de princesa... O tal vez una película o un libro de hadas... A ti no te importa que sea muy caro o muy barato, muy grande o muy pequeño. A ti, lo que más ilusión te hace, es que puedas crear pequeñas historias en tu cabeza, las cuales puedas recrear jugando, o que esas películas o libros te den ideas para tus pequeñas fantasías y hagan que vuele más y más tu imaginación...
No hay nada mejor que eso...
No hay un regalo mejor...



No hay comentarios:

Publicar un comentario