lunes, 13 de enero de 2014

Arnold y la Reliquia Familiar

Antes de continuar, es necesario que cuente por qué me persiguen los Ministros del Consejo de Magia:

Hace años, cuando yo aún era un infante de 6 años, mi madre empeñó una antigua reliquia familiar que nos había pertenecido tiempo atrás, pero tuvo que hacerlo porque no podía mantenernos ella sola, pues mi padre había fallecido, antes de que yo naciese, peleando por la libertad de la magia. También hay que decir que mi madre no recuperó dicha reliquia familiar de una forma... digamos legal. No mucho tiempo después, quizá unos 4 años más tarde, volvió a la tienda no mágica de joyas donde la había empeñado y la robó por la fuerza.

Lo que no sabía mi madre en aquel entonces, cosa que yo sí sé, es que aquella reliquia familiar posee un poder escondido dentro. Los Ministros del Consejo de Magia se enteraron un tiempo después, cuando investigaron lo sucedido en la joyería y averiguaron cuál era la naturaleza de nuestra reliquia. Descubrieron que no era una reliquia normal y corriente y que debían destruirla por el bien de la humanidad, pues su poder otorgaba una ampliación de las facultades mágicas del que la llevara puesta.

Un tiempo después de que mi madre la recuperara, varios Ministros irrumpieron en casa en mitad de la noche, justo como acaban de hacer, para dar con la reliquia para poder destruirla. Mi madre nos escondió a mi hermano y a mí junto con la reliquia en un falso fondo que tenía uno de los armarios de la casa para que no nos encontraran y no pudieran hacer nada con nuestro bien familiar más preciado. Con la reliquia no hicieron nada, pues mi madre luchó contra los 4 Ministros que llegaron a casa aquella noche. La casa retumbaba, se oían maldiciones y contraataques a hechizos previamente conjurados, bolas de fuego y rayos volaban en el piso inferior de la que hoy es nuestra antigua casa. Mi madre lo dio todo por defendernos y defender la reliquia, pero no fue posible. Mi madre nos defendió con todas sus fuerzas, pero no pudo derrotarlos estando en inferioridad de número y en una inferioridad clara de poderes. Aun así, los Ministros creyeron haber destruído la reliquia, pues ella portaba una similar para engañarlos y no perdieron tiempo en buscarnos a mi hermano o a mí.

Mi hermano y yo abandonamos aquella casa que casi había quedado reducida a cenizas, pues sólo una parte de ella se había quedado a salvo. A día de hoy sigo creyendo que fue nuestra madre la que nos salvó con algún conjuro protector para que pudiéramos seguir nosotros lo que ella no pudo hacer: proteger la reliquia ante todo.

Hace unos pocos meses, el Consejo de Magia se dio cuenta de que la reliquia seguía existiendo y, desde entonces, nos persiguen a mi hermano y a mí por los lugares donde nos escondemos.

Hoy, nos han encontrado, pero no me voy a dejar vencer tan fácilmente...

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Muchas gracias a https://twitter.com/Leelibros1 ( http://lectolibro.wordpress.com/ ) por aportar una idea tan genial y con la que me he divertido tanto escribiendo. Al resto, gracias por visitar mi blog, ya llevamos más de 1.000 visitas y os animo a todos a dar ideas como ésta para que podamos inventar una gran historia entre todos.

Dejad que vuestra imaginación vuele libre.

Deivid León.

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